Las obligaciones de compliance aplican a todo tipo de compañías. Y aunque tradicionalmente han sido las grandes empresas y los entornos muy regulados los primeros en implantar modelos de riesgos y cumplimiento normativo, en la actualidad es esencial que todas las entidades, independientemente de su tamaño y sector de actividad, sean conscientes y puedan analizar y mitigar cualquiera de estas amenazas.
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Entre los beneficios de llevar a cabo estas buenas prácticas se encuentran la posibilidad de evitar sanciones por parte de las Autoridades de Control o Tribunales de Justicia, así como la oportunidad de minimizar al máximo el impacto reputacional ante un problema de incumplimiento normativo.
Partiendo de esta premisa, Cumplen, la Asociación de Profesionales de Cumplimiento Normativo, y Madrid International Lab han organizado una mesa redonda virtual en la que se ha abordado el papel del compliance tecnológico en el entorno de las Pymes y startups, “dos de los objetivos prioritarios de los ciberdelincuentes cada año”.
El evento, que ha centrado parte de su interés en la gestión de los riesgos legales en los procesos de transformación digital de las empresas, ha contado con la intervención de expertos en el ámbito del compliance tecnológico como Carlos Alberto Saiz Peña, Presidente de Cumplen y Vicepresidente de Ecix Group, Eduardo Navarro Villaverde, Consejero Ejecutivo en BeCompliance y Vicepresidente de Cumplen, y Edward Bello, Account Executive en One Trust.
Edward Bello fue el encargado de abrir el debate señalando que, ante el avance de la ciberdelincuencia en el entorno de la pequeña y mediana empresa, resulta imprescindible que estas cuenten con su propio programa de privacidad. Entre las razones esgrimidas para llevar a cabo tal apuesta, el experto destacó ventajas como la posibilidad de “limitar la amenaza de accesos no autorizados, dar respuesta a las brechas de datos, mantener la confianza y la fidelidad en la marca online, construir una reputación positiva para la continuidad del negocio, así como mostrar el compromiso de la entidad con el cumplimiento”.
A lo largo de su intervención, Bello también explicó a los asistentes los desafíos a los que, desde su punto de vista, deben hacer frente las Pymes en materia de compliance. “El coste y su escalabilidad, el conocimiento jurídico, las reglas de seguridad limitadas, así como la demostración de su correcto funcionamiento, son los principales retos de cumplimiento”, aseguró.
Por su parte, Eduardo Navarro ilustró a los asistentes con una intervención en la que mostró la evolución del compliance a lo largo de las últimas décadas para, finalmente, detenerse en la importancia del canal de denuncia como medio imprescindible y seguro para garantizar las buenas prácticas en el seno de las organizaciones.
El vicepresidente de Cumplen también se refirió al empleo de las nuevas tecnologías como el impulso necesario para consolidar y normalizar los hábitos de cumplimiento en compañías más pequeñas y variadas.
Finalmente, Carlos A. Saiz recordó a los asistentes que “la transformación digital es una apuesta de futuro hacia nuevos métodos de trabajo que aprovechen todo el potencial de la digitalización”, en clara alusión a la gran oportunidad que tienen las empresas para actualizar su modelo de negocio y acceder a través de los nuevos canales a sus respectivos públicos.
El Presidente de Cumplen finalizó su intervención analizando el impacto de la transformación digital en la función de Compliance y Legal, y apuntando a la necesidad de establecer aquellos mecanismos necesarios para garantizar un proceso seguro y respetuoso con las normas: “Para diseñar un proceso de soporte legal en transformación digital es esencial industrializar o automatizar las tareas legales para que el mencionado soporte sea ágil, experto y, entre otras cuestiones, esté alineado a los intereses y plazos de negocio y tecnología”.